Dragon Ball Z marcó a generaciones con sus peleas explosivas, sus gritos de transformación y sus enemigos imparables. Pero entre todo ese frenesí de energía y adrenalina, hubo también escenas sombrías, tristes o directamente perturbadoras.
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Momentos en los que los héroes no ganaban, en los que la desesperanza reinaba y en los que los villanos hacían cosas que hoy serían impensables en una serie de mediodía. Si pensabas que DBZ era puro combate y gloria, es hora de mirar al lado más oscuro del ki.
Vegeta, poseído y sin escrúpulos
El regreso de Goku a la Tierra debería haber sido motivo de alegría, pero no para Vegeta. El príncipe saiyajin aceptó voluntariamente el poder de Babidi solo para poder tener su revancha con Goku.
Lo hizo a costa de su humanidad (y de unas cuantas vidas inocentes en el torneo de artes marciales). La transformación en Majin Vegeta fue tan épica como trágica: era el viejo Vegeta, el despiadado. Y con él, también volvió el caos.
Nappa arrasó con todo… incluso con nuestros ánimos
El equipo Z entrenó un año entero solo para que Nappa, el “compañero bobo” de Vegeta, los destruyera uno por uno. Yamcha, Ten, Chaoz y Piccoro cayeron sin que Goku estuviera presente. Fue la primera gran sacudida de la serie. Uno pensaba: “¡Ah, por fin están listos!” Pero no. Nappa los hizo polvo en minutos.
Videl vs. Spopovich: ¿era necesario tanto?
La hija de Mr. Satan entrenó duro, se ganó el respeto de Gohan y del público. ¿Y cómo fue su debut en combate serio? Una de las palizas más gráficas e innecesarias de toda la serie. Spopovich, ya poseído, la destroza frente a todos mientras nadie puede (o quiere) intervenir.
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Para colmo, todo fue por un plan que ni siquiera funcionó.
Broly: odiado desde bebé
¿Querés oscuridad? Intentá procesar que el Rey Vegeta quiso eliminar a Broly de recién nacido porque… era demasiado fuerte. Sí, lo apuñalaron y lo dejaron tirado. La historia del legendario Super Saiyajin no arrancó con gritos ni músculos, sino con una traición brutal y silenciosa.
Bardock contra Freezer: una misión imposible
Bardock sabía que no podía ganar. Vio el futuro, entendió lo que Freezer planeaba, y aún así se lanzó a pelear. Fue una lucha desesperada, heroica y condenada al fracaso. Todo para que su hijo tuviera una mínima oportunidad. De esas escenas que te apretan el pecho.
La llegada de Freezer y la muerte sin sentido
La escena en Namek, con Dodoria matando a un niño namekiano frente a su abuelo, no es solo triste: es una muestra clara de lo despiadado que era el imperio de Freezer. No había honor, solo poder. Y los nuestros apenas podían hacer algo al respecto.
Piccoro y la idea más sombría de todas
¿Querés entretener a Buu para ganar tiempo? Piccoro tuvo una idea: dejar que exterminara a toda la humanidad. Y Buu lo hizo. Con un solo ataque. La “Ola de Extinción Humana” fue un acto de pura destrucción, y ver los pocos segundos en que la gente desaparece sin entender qué pasa, todavía es inquietante.
Cell, versión película de terror
Antes de volverse arrogante, Cell fue directamente un monstruo. Absorbía personas hasta dejarlas como trajes vacíos de piel. Y sí, eso se mostró. Para una serie de mediodía, ese nivel de horror fue impactante. Era como si Freddy Krueger hubiera aterrizado en Namek.
La paliza que humilló a Vegeta
Vegeta creyó que al fin era un Super Saiyajin. Desafió a Freezer… y Freezer lo hizo trizas. No solo lo venció, lo torturó. Hasta el mismo Goku sintió pena por él. Fue un recordatorio cruel de lo lejos que estaban todavía del verdadero poder.
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Gohan, en el futuro, contra todo
En la historia alternativa de Trunks, Gohan fue el último bastión contra los androides. Peleó sabiendo que no podía ganar. Murió solo, en una lluvia de rayos, dejando atrás a Trunks como su única esperanza. Esa escena todavía se siente más real y desgarradora que muchas otras batallas “oficiales”.