Espacio

La vida en Venus podría estar flotando en las nubes: la fosfina vuelve a encender la polémica sobre microbios alienígenas

El hallazgo revive el debate sobre la posibilidad de vida microscópica flotando en uno de los ambientes más extremos del sistema solar.

Venus,-,High,Resolution,Best,Quality,Solar,System,Planet.,This (Shutterstock)

En el sistema solar hay un planeta que durante décadas fue ignorado por la comunidad científica, relegado al rincón más hostil del vecindario espacial. Un lugar donde las temperaturas alcanzan los 470 °C, donde llueve ácido sulfúrico y la presión en la superficie aplastaría cualquier nave humana como si fuera una lata vacía. Ese planeta es Venus, el “gemelo malvado” de la Tierra. Y sin embargo, en 2020 un descubrimiento sacudió las certezas: un equipo liderado por Jane Greaves anunció la detección de fosfina en la atmósfera superior del planeta, un gas altamente reactivo que, en nuestro mundo, se asocia exclusivamente a procesos industriales… o a ciertos microorganismos anaerobios.

PUBLICIDAD

Lee también: Brasil se seca y Google construye datacenters: La polémica hídrica que pone en jaque a los gigantes tech

El hallazgo fue tan sorprendente como polémico. Algunos lo tomaron como una señal fuerte de vida microscópica flotando en las nubes de Venus. Otros, como un error metodológico o una interpretación exagerada de datos espectroscópicos débiles. La NASA se mantuvo cauta. El público, fascinado. Y la ciencia, dividida. Con el tiempo, los análisis posteriores enfriaron el entusiasmo: no todos los telescopios confirmaron la señal, y el asunto quedó flotando en una niebla de incertidumbre.

Vênus em Leão: como aproveitar a energia do amor
bigstock-Planet-Venus-4656185-1024x768.jpg Istockphoto

Pero ahora, cinco años después, el misterio vuelve. Un nuevo estudio publicado en Astrobiology Letters por un equipo internacional de investigadores usando el telescopio ALMA y herramientas de procesamiento mejoradas, vuelve a reportar señales de fosfina en la atmósfera venusina. Más importante aún: lo hace con mayor precisión espectral y corrige varios de los errores técnicos que desacreditaron los análisis anteriores. El debate está oficialmente reabierto.

Un gas con reputación de vida

Para entender por qué la fosfina despierta tanto interés, hay que mirar lo que representa. En la Tierra, la fosfina (PH₃) es una molécula compuesta por un átomo de fósforo y tres de hidrógeno. No debería existir en ambientes ricos en oxígeno como el nuestro, porque se descompone rápidamente. Pero, sorprendentemente, aparece en ciertos entornos anaerobios, como los intestinos de animales, los humedales putrefactos o los vertederos industriales. Su presencia, por tanto, está casi siempre ligada a alguna forma de metabolismo biológico.

Te podría interesar: ¿Pudo Venus ser habitable en algún momento? Una investigación da con la respuesta

En planetas gigantes como Júpiter y Saturno, la fosfina también existe, pero se genera por procesos no biológicos, debido a las altas presiones del interior. Venus, en cambio, no tiene esas condiciones. Por eso, cuando los astrónomos detectaron fosfina en las capas altas de su atmósfera —a unos 55 o 60 kilómetros sobre la superficie— la noticia fue una bomba. En esa región, las temperaturas son relativamente “habitables” (alrededor de 30 °C), y aunque el ambiente sigue siendo ácido y hostil, es lo más cercano a una zona de confort en el infierno venusino.

PUBLICIDAD

Esta ilustración de la gran corona de Quetzalpetlatl, situada en el hemisferio sur de Venus, muestra vulcanismo activo y una zona de subducción, donde la corteza en primer plano se hunde en el interior del planeta. NASA/JPL-CALTECH/PETER RUBIN

Los investigadores volvieron a buscar ese rastro ahora, en 2025, usando nuevos métodos de calibración que eliminan el “ruido” generado por la atmósfera terrestre y afinan los márgenes de error. El resultado: una firma espectral compatible con fosfina, localizada a altitudes similares a las de 2020, pero esta vez con una distribución más extensa. La cantidad detectada no es alta —se mide en partes por mil millones—, pero suficiente como para volver a hacer la gran pregunta: si no hay volcanes activos expulsando fosfina, y no hay fábricas en Venus… ¿quién la produce?

Microbios flotantes: una idea que ya tiene historia

Aunque suena como ciencia ficción, la idea de vida en las nubes de Venus no es nueva. En los años 60 y 70, cuando las primeras sondas soviéticas y estadounidenses empezaron a estudiar el planeta, algunos científicos ya habían propuesto que, si existía vida en Venus, no estaría en su superficie infernal, sino en su atmósfera. Carl Sagan, el eterno divulgador, fue uno de los primeros en proponer la existencia de ecosistemas flotantes de bacterias resistentes al ácido, adaptadas a vivir en las gotas suspendidas de las capas altas.

La luz del planeta Venus es amplificada por unas nubes durante la noche de ayer en Papalutla Guerrero. FOTO: MARGARITO PÉREZ RETANA/CUARTOSCURO.COM (Margarito Pérez)

Estas hipotéticas formas de vida serían increíblemente pequeñas y especializadas. Tendrían que sobrevivir en un ambiente altamente ácido, con muy poca agua líquida, radiación intensa y vientos huracanados. Pero si la vida pudo adaptarse a condiciones extremas en la Tierra —en respiraderos hidrotermales, en cavernas tóxicas, en lagos hipersalinos—, ¿por qué no en Venus?

Hoy, esa visión gana fuerza gracias a los datos más precisos. El nuevo estudio sugiere que la concentración de fosfina es compatible con un modelo de producción biológica moderada, pero constante. No se trata de explosiones de gas volcánico ni de un fenómeno químico raro. Es algo sostenido. Algo que parece tener ritmo.

Lo que dice la NASA y la comunidad científica

Desde la publicación del estudio, la NASA no ha emitido un comunicado oficial, pero fuentes internas han confirmado que el hallazgo ya está siendo revisado por equipos del Goddard Institute y del Jet Propulsion Laboratory. En paralelo, la agencia europea ESA —que planea lanzar una misión a Venus a finales de esta década— ha declarado que los nuevos datos “renuevan la urgencia de estudiar Venus como posible mundo activo, tanto geológica como biológicamente”.

Venus retrogrado
Venus retrogrado El planeta se pone directo. (Pixabay)

Los astrobiólogos más escépticos piden cautela. Argumentan que, si bien la detección es más robusta que en 2020, sigue habiendo variables no controladas: la fosfina podría tener un origen geoquímico aún no comprendido, quizás asociado a reacciones en la corteza del planeta o en microclimas específicos de su atmósfera. Además, el telescopio ALMA, aunque poderoso, tiene limitaciones cuando se trata de distinguir señales tan débiles en un ambiente tan contaminado espectralmente.

Sin embargo, incluso los escépticos admiten algo: si hay fosfina en Venus, y no encontramos un proceso geológico que la justifique, la hipótesis biológica se vuelve razonable. No segura. Pero plausible. Y eso, en astrobiología, es suficiente para justificar una misión urgente.

Misión Venus: lo que se viene

La posibilidad de que Venus albergue vida microscópica flotante ya ha motivado a varias agencias espaciales a acelerar sus planes. La NASA tiene en preparación la misión VERITAS, pensada inicialmente para estudiar la geología y topografía del planeta. Pero tras las detecciones de fosfina, se están añadiendo instrumentos capaces de analizar compuestos orgánicos y detectar biofirmas en la atmósfera. Por su parte, la Agencia Espacial India (ISRO) ha declarado su intención de lanzar una sonda atmosférica hacia Venus en 2026. Incluso Rusia, con su proyecto Venera-D, ha mostrado interés renovado.

El plan más ambicioso, sin embargo, proviene de una colaboración entre laboratorios europeos y el MIT: una pequeña sonda flotante que ingresaría a la atmósfera de Venus y descendería lentamente con globos dirigibles, recogiendo muestras de aire a diferentes altitudes. La idea no es solo medir la fosfina, sino detectar compuestos complejos, rastros de ADN, estructuras celulares, o incluso movimiento bacteriano.

Si esta misión logra concretarse, estaríamos frente al primer intento real de buscar vida directamente en otro planeta, con el equipamiento adecuado y el objetivo claro.

PUBLICIDAD

Tags


.

Lo Último